El sector de la vivienda y el derecho a la misma
La cuestión de la vivienda en Marruecos alude por una parte a las unidades de vivienda disponibles, sus características y su situación por una parte, y la producción de viviendas, sus formas y actores concernidos, por otra parteEl sector ha registrado una notable dinámica durante el período 2003-2007, traducido, en particular, en la aceleración del ritmo de producción de unidades de vivienda autorizados, pasando de 81 670 unidades en 2000 a 110 810 en 2006. A nivel legislativo: los textos legislativos que reglamentan el sector datan del período del Protectorado. Varios esfuerzos se han hecho desde entonces, para la armonización de las disposiciones legales pertinentes con el desarrollo de la sociedad. Pero el arsenal, que se ha establecido durante el Protectorado aún no se sujeta a las reformas necesarias para acompañar el ritmo de las rápidas transformaciones que conoce el sector. En muchos casos, se nota una discrepancia entre los textos legales y la práctica. En el campo de las políticas públicas: las intervenciones públicas han adoptado formas diferentes, incluido el nivel de movilización de recursos públicos. A pesar de los esfuerzos desplegados y los resultados alcanzados y que conocieron una mejora sostenida en la gestión y control de las acciones, todavía hay disparidades en la aplicación de estos programas entre las regiones y ciudades del Reino. Además sus efectos se inscriben en el marco del proceso de reforma y corrección, más que en el marco de las políticas de desarrollo. El análisis del sector de vivienda, conforme a la serie de criterios de análisis vinculado a los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los derechos citados en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, destaca los progresos alcanzados y las deficiencias registradas y las limitaciones que impiden el acceso a una vivienda digna. Los cuatro aspectos de este análisis son: el acceso, la gobernanza, el contexto legislativo, el seguimiento y la evaluación. El acceso a la vivienda: se han hecho enormes esfuerzos respeto al acceso a una vivienda digna por la población con ingresos limitados, pero se registra un retroceso y disparidades entre regiones, incluso dentro de barrios, etc. -Las deficiencias son evidentes, especialmente en las zonas rurales y las periferias de las grandes ciudades. A medida que la mejora general de las condiciones de vivienda esconde las disparidades entre las zonas urbanas y rurales y entre regiones; • Se han movilizado importantes recursos financieros en el sector de la vivienda, pero la asignación de presupuestos sufren de una distribución desigual entre las zonas urbanas y rurales; • En la última década, el ritmo de producción de unidades de vivienda que responden a las normas se ha acelerado, sólo que aún se registra producción de la vivienda inadecuada que se propaga principalmente entre la población con ingresos limitados. • Hay que desplegar más esfuerzos, en particular en algunas zonas, para lograr el objetivo que consiste en el acceso de las familias con ingresos bajos a una vivienda adecuada, a fin de reducir las disparidades en el campo de alojamiento entre las regiones, y entre el medio rural y urbano. • Los diferentes dispositivos que se han adoptado en el campo, permiten constatar los avances registrados en el acceso a la vivienda, con el objetivo de proporcionar una vivienda a todos, en particular a los grupos con bajos ingresos • Sin embargo, el tamaño del déficit registrado en el ámbito de la vivienda y las crecientes necesidades y dificultades impide la realización de este objetivo. La gobernanza El esfuerzo desplegado por el Estado en el campo de la vivienda toma varias formas: la asignación de recursos financieros y medios técnicos necesarios para garantizar la producción de unidades de vivienda y su disponibilidad al mayor número de población, a través de programas específicos destinados a las familias de bajos ingresos. Sin embargo, el sector todavía sufre varias distorsiones que limitan el impacto de las intervenciones estatales en este ámbito. Entre estos desequilibrios: -Importantes disparidades entre las regiones, a pesar de la importancia de las unidades de vivienda creadas. La ciudad de Casablanca, por ejemplo, todavía no ha logrado el objetivo de “Ciudades sin chabolas”; -La excesiva concentración de todos los medios en manos de los actores públicos, en detrimento de las peculiaridades locales y la diversidad de enfoques; -La importancia de los logros a nivel cuántico, pero pocos avances registrados en el nivel de calidad urbana y arquitectónica y la adecuación con las condiciones climáticas y las prácticas culturales de la población; -El sector de la vivienda se considera aún de forma sectorial y no está incorporado adecuadamente en la perspectiva integral de desarrollo territorial. La aplicación de programas en materia de la vivienda requiere la coordinación entre los sectores gubernamentales a nivel central con un enfoque en el ámbito local para la realización de los objetivos trazados. El marco jurídico El derecho a la vivienda no está previsto explícitamente en los textos jurídicos de Marruecos, pero el Reino dispone de textos legislativos y reglamentarios que rigen y estructuran el sector de la vivienda. En general, este arsenal jurídico está sujeto a constantes reformas, pero el ritmo de ratificación de las leyes es muy lento, con dificultades en la aplicación. En otro nivel, tomamos nota de la simplificación de los procedimientos de permisos de construcción, y las medidas extraordinarias en relación con los documentos de construcción, con el fin de fomentar la inversión, especialmente en el ámbito de la vivienda social. Sin embargo está simplificación no está suficientemente estructurada, legalmente, da lugar a desequilibrios importantes, vinculados a la planificación urbana y el desarrollo urbano. Por último, cabe señalar la ausencia de disposiciones que toman en consideración las peculiaridades de la vivienda destinada a algunos grupos sociales (las personas con necesidades especiales). Seguimiento y Evaluación El sector de la vivienda se caracteriza por la regularidad a nivel de seguimiento, basándose en los datos derivados de las inspecciones regionales de la vivienda y los observatorios regionales. Sin embargo, este seguimiento a menudo se limita a los aspectos cuantitativos de los programas y no se ocupa de los aspectos socio-económicos, además de la integración urbana.